Tutorial PC académico para estudiantes y Trabajo de Guías
“…el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla preciosa, vendió todo lo que tenía, y la compró” Mt. 13:45, 46.
Educación del ser completo. No aprender sólo valores, sino vivirlos y aplicarlos en la vida.
Los valores guían el pensamiento y la acción, clarifican el camino y permiten el logro de los objetivos, contribuyen a la constitución de la identidad y a la formación del sentido de pertenencia. Asumidos desde la reflexión se convierten en criterios que iluminan tanto la actitud de los actores, como el quehacer colectivo.
RESPETO
El respeto es la base fundamental de la convivencia sana y pacífica entre los miembros de una sociedad. Para practicarlo es necesario tener una clara noción de los derechos fundamentales de cada persona, entre los que se destaca en primer lugar el derecho a la vida, además de otros tan importantes como el derecho a disfrutar de su libertad, disponer de sus pertenencias y proteger su intimidad.
El respeto abarca todas las esferas de la vida, empezando por el que nos debemos a nosotros mismos y a todos nuestros semejantes hasta el que le debemos al medio ambiente, a los seres vivos y a la naturaleza en general, sin olvidar el respeto a las leyes, a las normas sociales, a la memoria de los antepasados y a la patria en que nacimos. Tomado “El Libro de los Valores del Tiempo”
En efecto, la responsabilidad está en el poder que yo tengo de causar un daño o un beneficio de todo aquello que se halla en el campo de mi acción. La palabra responsabilidad significa que yo puedo responder por mis acciones y solamente se entiende en el sentido de interpretar la libertad como poder respetar o no respetar aquello que es valioso.
La educación debe estar abierta a que cada estudiante encuentre un significado de su profesión que esté de acuerdo con su carácter encontrando en ella la oportunidad de realizar su vocación. Por ello la función del profesor debe ser también formativa, motivando amor y respeto por su profesión.
Actitudes para el Respeto:
PARTICIPACION
Es el derecho a la libertad de expresión, de pensamiento, conciencia y religión, de buscar, recibir y difundir información, de asociación y celebración de reuniones pacíficas.
Para lograr una participación auténtica y efectiva, es necesario tener presente credibilidad: quienes participan requieren confiar en la honestidad de quien convoca a la participación, comprender y valorar el sentido y el impacto de su participación.
La experiencia indica que los gestos de discriminación, aislamiento y agresión, sobre los cuales se sustentan los episodios de violencia, no prosperan en los climas participativos. Es un medio para mejorar la convivencia.
El participar implica tomar parte activa en la toma de decisiones necesarias para la consecución de objetivos y también que exista un reparto responsable de las tareas entre los participantes.
Actitud Frente a la Convivencia:
Ejercer la defensa de los derechos cuando se aplique un correctivo.
Tomar decisiones responsables en forma individual o grupal.
A nivel Institucional.
Las reglas deben estar escritas, su texto debe ser accesible a todos y debe preverse expresamente las consecuencias de su trasgresión, ya que el carácter público de las normas es un principio rector del sistema democrático.
Este panorama pone de relieve la necesidad de llevar a cabo una educación para la ciudadanía democrática; una educación para la participación será parte central, ya que la democracia está directamente relacionada con la participación.
Formar para el ejercicio de los derechos y responsabilidades., con el fin de estimular la participación en la toma de decisiones.
TOLERANCIA
Es la expresión más clara del respeto por los demás, de convivencia pacífica, de ser aceptados en nuestra individualidad y la diferencia. La base de la tolerancia es el dialogo.
La tolerancia es uno de los valores humanos necesarios que guarda relación con la aceptación de las personas, su importancia radica en la posibilidad de convivir en un mismo espacio con personas diferentes.
La tolerancia se encuentra en estrecha relación con el respeto, aceptando las diferencias étnicas, sociales, culturales y religiosas, teniendo en cuenta además no atentar contra la integridad y los derechos de las personas y el ambiente.
Ser tolerante es respetar a los demás con sus diferencias. Es ver, que es más lo que nos acerca que lo que nos separa. A pesar de nuestras diferencias, pertenecemos todos al género humano.
Todas las opiniones merecen respeto; en consecuencia, merecen ser escuchadas.
Actitudes frente a la tolerancia:
El Estudiante puede aprender a ser tolerante:
A nivel Institucional:
La intolerancia:
RESPONSABILIDAD
Es la capacidad existente en la Institución para reconocer y afrontar las consecuencias que se derivan de sus acciones. Es cumplir con el deber de asumir las consecuencias de nuestros actos.
Potenciar la responsabilidad, es estimular la libertad, es educar la voluntad, la autoestima y la inteligencia para llegar a pensar y actuar con criterio propio, con capacidad para tomar decisiones libres y adecuadas.
Actitud Frente a la Responsabilidad:
Acciones para la responsabilidad
A nivel Institucional:
A nivel de educadores:
Dos Condiciones para que exista responsabilidad.-
Libertad.- Para que exista responsabilidad, las acciones han de ser realizadas libremente. En este sentido, el uso de la razón es imprescindible para la libertad.
Ley.- Debe existir una norma desde la que se puedan juzgar los hechos realizados. La responsabilidad implica rendir cuenta de los propios actos ante alguien que ha regulado un comportamiento.
HONESTIDAD
Es comportarnos de forma transparente, diciendo siempre la verdad y obrando en forma recta. Es una cualidad humana que consiste en comportarse y expresarse con coherencia y sinceridad, y de acuerdo con los valores de verdad y justicia.
En su sentido más evidente, la honestidad puede entenderse como el respeto a la verdad en relación con el mundo, los hechos y las personas.
Si una persona en verdad quiere ser honesta debe empezar a aceptarse tal y como es, con sus errores, defectos y virtudes para que así mismo pueda respetar a sus semejantes. Esta actitud genera confianza en uno mismo y en aquellos quienes están en contacto con una persona así.
Actitudes para ser honesto:
A nivel institucional:
Para fomentar la honestidad es preciso desarrollar habilidades, emociones, vivencias y sentimientos.
“Espero tener suficiente firmeza para conservar lo que considero el más envidiable de todos los títulos: el carácter del hombre honesto”. George Washington.
LA AUTOESTIMA
La autoestima puede definirse como un amor sano y adecuado a sí mismo. Significa que la persona es consciente de sus fortalezas y capacidades, y reconoce sus debilidades y defectos. La autoestima constituye una posición de valor que el individuo se otorga y donde se conjugan su carácter exclusivo y singular como persona, y la dignidad a la que tiene derecho por el hecho de existir.
Toda persona está llamada a reconocer su propio aprecio personal por ser una creación de Dios y las virtudes dadas por la naturaleza.
Algunas razones para auto valorarse son:
De modo que la autoestima se entiende como:
Johann Wolfgang Goethe (1749-1832) nos dice con sus sabías palabras que "cuando el hombre no se encuentra a sí mismo, no encuentra nada"; y debido a esta confusión la persona cae en un vacío existencial, donde no valora su persona, la vida y a los demás; pero cuando llegamos a encontrarnos a nosotros mismos sabemos lo maravilloso que es vivir y afrontar los retos que nos pone la vida, valoramos nuestras capacidades y debilidades y valoramos a nuestros semejantes.
"El peor de los males que le puede suceder al hombre es que llegue a pensar mal de sí mismo", escribió Goethe
Actitudes frente a la autoestima:
A nivel Institucional:
La Rectitud
“Preparen el camino del Señor, Dios nuestro, hagan rectos sus senderos” Lc 3, 4
La rectitud como principio, tiene su origen en la conciencia y, si ésta no es “recta”, no podrá hacer las cosas adecuadamente. De ahí que la rectitud reclama a la razón y a la voluntad, pues el hombre que se deja llevar por vanos criterios o se deja impresionar por el vaivén de las cosas, no es un hombre recto. Las pasiones pueden poner en riesgo la claridad de las decisiones.
Actitud frente a la Rectitud:
A nivel institucional:
SALMO 27:11 Enséñame, oh Jehová, tu camino, y guíame por senda de rectitud a causa de mis enemigos.
La vida es el valor máximo y el fundamento sin el cual cualquier fin carece de sentido. Una política para la vida implica sostener que no existe ninguna idea ni propósito político que justifique el uso de la violencia para alcanzarlos. Le apostamos al uso exclusivo de medios civilistas y pacíficos.
Asumimos que la administración de justicia y el uso de la fuerza deben ser monopolios del Estado.
Universalmente, todas las culturas han reconocido el valor y la dignidad de la vida humana. El precepto de “no matarás”, que custodia el don de la vida humana, es una norma que toda cultura sana ha reconocido como principio fundamental. El derecho a la vida y el respeto a la dignidad de la persona son valores que la Declaración Universal de los Derechos Humanos propone como fundamento para la convivencia.
La vida humana, don precioso de Dios, es sagrada e inviolable. «La vida humana es sagrada porque desde su inicio comporta la acción creadora de Dios y permanece siempre en una especial relación con el creador, su único fin. Sólo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término. Nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente» ( EV 53). Por ello todo atentado contra la vida del hombre es también un atentado contra la razón, contra la justicia y constituye una grave ofensa a Dios. “La cuido hoy para garantizar el mañana”.
Actitudes para la vida:
Los principios guían el pensamiento y la acción; son el eslabón principal de la cadena de dirección, clarifican el camino y permite el logro de los objetivos; contribuyen a la constitución de la identidad y a la formación del sentido de pertenencia. Asumidos desde la reflexión se convierten en criterios que iluminan tanto como actitud de los actores, sirviendo además de guía al quehacer colectivo.
Primero La Vida
La vida es el valor máximo y el fundamento sin el cual cualquier fin carece de sentido. Una política para la vida implica sostener que no existe ninguna idea ni propósito político que justifique el uso de la violencia para alcanzarlos. Le apostamos al uso exclusivo de medios civilistas y pacíficos.
Asumimos que la administración de justicia y el uso de la fuerza deben ser monopolios del Estado.
Universalmente, todas las culturas han reconocido el valor y la dignidad de la vida humana. El precepto de “no matarás”, que custodia el don de la vida humana, es una norma que toda cultura sana ha reconocido como principio fundamental. El derecho a la vida y el respeto a la dignidad de la persona son valores que la Declaración Universal de los Derechos Humanos propone como fundamento para la convivencia.
La vida humana, don precioso de Dios, es sagrada e inviolable. «La vida humana es sagrada porque desde su inicio comporta la acción creadora de Dios y permanece siempre en una especial relación con el creador, su único fin. Sólo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término. Nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente» ( EV 53). Por ello todo atentado contra la vida del hombre es también un atentado contra la razón, contra la justicia y constituye una grave ofensa a Dios. “La cuido hoy para garantizar el mañana”.
Actitudes para la vida:
LA DIGNIDAD DEL SER HUMANO
“Todo ser humano es digno de respeto, no puede ser tratado como un medio sino como un fin”.
“Todos los seres humanos deben ser tratados según sus decisiones, intenciones o manifestaciones de consentimiento”.
Actitudes para la dignidad del ser humano:
LA LIBERTAD
Principio esencial que garantiza a toda persona el pleno ejercicio del derecho a decidir su comportamiento y acción sin interferencias ajenas a la propia persona y sin lesionar los derechos de los demás, en el marco de lo consagrado en el sistema jurídico de la doctrina universal de los derechos humanos.
Uno de los objetivos que persigue la educación es formar para la libertad y en valores, lo cual exige que cada uno adquiera la responsabilidad de su autonomía.
Freire interpretaba” la libertad del hombre como manifestación de su dignidad”
Actitudes para la libertad:
En los estudiantes:
En la Institución:
De los Educadores:
EL BIEN COMÚN
El bien común es un conjunto de ventajas y de utilidades, fin bueno en sí, al que los antiguos llamaban bien honesto.
"El bien común es lo éticamente bueno, es decir en particular con su capacidad de renunciar a la satisfacción individual inmediata en consideración del bien de una comunidad. El hombre, en virtud de su naturaleza profunda, es un ser social, y no puede vivir, ni desarrollar sus cualidades, sin relación con el prójimo.
El bien común y el interés público surgen de los acuerdos y metas que los miembros de la sociedad definen a partir de sus tradiciones y de los procesos democráticos.
El bien común es un conjunto de condiciones sociales que permiten a los ciudadanos el desarrollo consciente y pleno de su propia perfección, abarca los medios y las condiciones vitales y morales.
Actitudes para el bien común:
El bien común es la base de la existencia y del desarrollo de una sociedad. Su objetivo es la riqueza común, es decir, el conjunto de principios, reglas, instituciones y medios que permite promover y garantizar la existencia de todos los miembros de una comunidad y se basa en relaciones de solidaridad, reconocimiento, respeto y tolerancia
AUTONOMIA DE LA PERSONA:
La Autonomía de la persona permite identificar relativamente aquellos bienes sobre los cuales versan algunos derechos. Esos bienes son los indispensables para elegir y materializar el proyecto de vida.
Es la capacidad que tiene el ser humano de optar por diversos proyectos de vida.
Actitudes para la autonomía de la persona:
Algunos valores que en el contexto educativo puede derivarse de la autonomía son: la solidaridad, el respeto, el reconocimiento del otro, el trabajo digno, el auto cuidado, la participación, entre otros.
LA INVIOLABILIDAD DE LA PERSONA:
El principio de la inviolabilidad “prohíbe imponer a los hombres, contra su voluntad, sacrificios y privaciones que no redunden en su propio beneficio”.
Sólo una persona dotada de conciencia y de libertad, puede vivir responsablemente en la sociedad y en la historia.
La dignidad personal constituye el fundamento de la igualdad de todos los hombres entre sí. De aquí que sean absolutamente inaceptables las más variadas formas de discriminación que, por desgracia, continúan dividiendo y humillando la familia humana: desde las raciales y económicas a las sociales y culturales, desde las políticas a las geográficas.
Actitudes para la inviolabilidad de la persona:
Apartes tomados de: EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POST-SINODAL CHRISTIFIDELES LAICI DE SU SANTIDAD JUAN PABLO II SOBRE VOCACIÓN Y MISIÓN DE LOS LAICOS EN LA IGLESIA Y EN EL MUNDO
La Institución Educativa Gabriel Echavarría, para el año 2020 se consolidará como uno de los mejores establecimientos educativos del municipio y la subregión, a través de un currículo en competencias que posibilite el respeto por la diferencia, la participación, la apropiación y la transformación de su entorno social y cultural.